Cuando nos piden una definición sencilla, respondemos desde la práctica: Aislamiento y control del ruido de maquinaria para la industria, ámbito comercial y hotelero. Esa frase resume el objetivo, pero el trabajo real empieza mucho antes, en el diagnóstico y la estrategia.
En fábrica, el ruido no es “una cifra”: es un conjunto de fuentes con comportamientos distintos. Por eso arrancamos con Caracterización, detección, identificación de fuentes ruidosas. Mantenimiento predictivo de equipos e instalaciones industriales, mediante caracterización de espectros sonoros y vibratorios. Cámaras acústicas para detección de fuentes de ruido. Ese enfoque nos permite separar lo que es aéreo (salidas de aire, bocas de ventilación, procesos) de lo estructural (vibración que se cuela por bancadas, vigas o cerramientos), y priorizar dónde atacamos primero.
Nuestro método: primero medimos, luego modelamos, después ejecutamos
Tras el barrido inicial, pasamos a Modelización y predicción de respuesta acústica de posibles medidas correctoras. Trabajamos con modelos que nos ayudan a predecir cuánto reducirá un silenciador, un encabinado o un apantallamiento en cada banda de frecuencia, y a evitar sobredimensionar (o quedarnos cortos) la solución.
Sobre el terreno, la diferencia entre “parchear” y “resolver” está en la secuencia:
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Diagnóstico dirigido por datos: firmas espectrales, rutas de transmisión, mapas rápidos con cámara acústica.
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Hipótesis de diseño: ¿encapsulamos, apantallamos o desacoplamos? ¿O el problema es mezcla aire/estructura?
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Simulación y predicción: elegir entre varias soluciones y cuantificar el beneficio esperado.
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Ejecución cuidadosa: detalles constructivos, sellados y juntas (donde suelen aparecer las fugas).
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Verificación in situ: medimos antes/después para confirmar el rendimiento real.
Este enfoque complementa lo que muchas páginas del sector presentan como catálogo de productos, aportando priorización y cuantificación del resultado.
Soluciones tácticas: elegir la herramienta adecuada para cada fuente
Cuando el ruido viaja por el aire:
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Diseño y dimensionado de silenciadores acústicos resistivos disipativos y reactivos. Puertas acústicas.
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Cálculo de apantallamientos y encabinados de maquinaria industrial, turbinas, climatizadoras, grupos electrógenos, etc.
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Acondicionamiento acústico interior de salas de máquinas, estén dispuestas en el interior o exterior.
Cuando el ruido viaja por la estructura:
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Tratamientos antivibratorios y dimensionado de bancadas de inercia (metálicas, de hormigón, etc.).
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Soportes elásticos, desacoples, juntas de dilatación acústicas y revisión de puentes rígidos.
En planta real solemos combinar medidas: por ejemplo, encabinar una línea y desacoplarla de estructura, a la vez que añadimos silenciadores en impulsión/retorno de aire para evitar que el conducto haga de altavoz. Esta matriz de soluciones se alinea con lo que el mercado oferta, pero aporta el cómo elegir y cómo dimensionar.
Sectores donde más valor aporta
Trabajamos en entornos industriales, pero también en comercial y hotelero, donde la presión por confort y normativa es alta. Allí aplicamos la misma lógica: identificar fuentes, seleccionar medidas y validar resultados con medición final. Esta transversalidad sectorial también aparece en varios referentes del sector, aunque rara vez con la profundidad de diagnóstico de la que partimos.
Cómo priorizamos (y por qué esto ahorra dinero)
Ordenamos las acciones según:
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Impacto por dB reducido (beneficio medido por coste),
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Riesgo de re-trabajo (evitar medidas que obliguen a deshacer obra),
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Mantenibilidad (acceso para operación y mantenimiento),
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Compatibilidad con proceso productivo (no introducir cuellos de botella).
Con este filtro, muchas veces un apantallamiento bien ubicado y un silenciador optimizado rinden más que una gran obra de “todo a la vez”. El modelado previo nos da esa seguridad.
Sala de máquinas: interior vs. exterior
Cuando la sala está interior, nos enfocamos en absorción selectiva (control de reverberación para bajar niveles medios) más puertas y pasos técnicos estancos. Si está en cubierta o exterior, evaluamos pantallas, cerramientos y rutas hacia receptores sensibles. En ambos casos, aplicamos lo que ya tenemos interiorizado: Acondicionamiento acústico interior de salas de máquinas, estén dispuestas en el interior o exterior.
Silenciadores: resistivos, disipativos y reactivos (cuándo usar cada uno)
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Resistivos/disipativos: anulan energía por fricción/absorción; excelentes en bandas medias-altas y caudales constantes.
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Reactivos: cavidades y resonadores; útiles en bajas frecuencias o líneas con tonos marcados.
No hay “mejor” universal: Diseño y dimensionado de silenciadores acústicos resistivos disipativos y reactivos implica casar espectro, pérdida de carga admisible y espacio disponible. Las páginas del sector suelen listarlos, pero rara vez bajan al dimensionado por banda, que es donde está la clave.
Vibraciones y bancadas de inercia
Las vibraciones son las grandes “olvidadas” hasta que aparecen fisuras, ruidos estructurales o molestias en oficinas adyacentes. Ahí entran los Tratamientos antivibratorios y dimensionado de bancadas de inercia (metálicas, de hormigón, etc.): seleccionamos rigideces y masas para llevar el sistema lejos de la frecuencia de excitación; y verificamos con acelerometría.
Errores que vemos (y cómo los evitamos)
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Saltar el diagnóstico: comprar soluciones sin identificar la fuente.
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Confundir aéreo con estructural: encabinar cuando el problema es vibración (o al revés).
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Olvidar los detalles: una junta rígida o un paso de instalación sin sellar puede arruinar 20 dB teóricos.
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No medir el “después”: sin verificación no hay garantía de desempeño.
Qué se lleva el cliente al final
Con nuestro servicio de Acústica Industrial, nuestros clientes se llevan una planta más segura y productiva, y un plan de mantenimiento predictivo que usa la caracterización de espectros sonoros y vibratorios como indicador de salud de equipos. Nuestro compromiso es cerrar el ciclo: diagnóstico → modelo → obra → verificación.
